
𝐔𝐧 𝐦𝐮𝐲 𝐛𝐮𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐨𝐫 𝐦𝐞 𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐮𝐧 𝐝í𝐚…
“Cuando te subas al escenario, el egoísmo debe quedarse abajo porque ahí arriba la única protagonista tiene que ser la música”.
Vaya cambio mental me supuso esa reflexión, no lo sabes tú bien.
Ahora mismo aplico esa filosofía en el día a día con mis perros.
Cuando juego con ellos, cuando estamos haciendo deporte, cuando paseamos…
Porque sí, la vida al lado de tu perro puede llenarte de felicidad y orgullo, pero eso no debería comerse a la otra mitad, TU PERRO.
Qué me dices, ¿tu perro ahora mismo es música o egoísmo?