Si no te ha pasado esto, mientes.
Tu perro es adorable dentro de casa pero cuando salís al mundo real… Mejor no hablar.
Lo llamas 1000 veces por su nombre, luego otras 1000, después haces que te vas, luego pruebas de nuevo, silbas, nombras todas las palabras del abecedario, das palmas…
Y claro, al final te cabreas. Es una mezcla entre impotencia y golpe bajo a tu orgullo.
Por eso es importante que dediques tiempo a entrenar los fundamentos, las bases con tu perro, para luego no pasar por esos momentos desagradables.
Algunos ingredientes para una llamada de éxito:
* Haz primero una lista de todo lo que crees refuerza a tu perro y actualízala a menudo porque lo que antes no era valioso para tu perro igual ahora lo es y viceversa.
* Ten en cuenta que lejos de ti también le llegan cosas buenas a tu perro.
* Cuando llegues al parque de perros, algo que a tu perro le encanta, antes de soltarlo de la correa dale un premio de comida de mucho valor. Si no la coge, aléjate más del parque y vuelve a intentarlo.
* Solo lo sueltas si tu perro coge antes el premio de comida. Es decir, tu perro hace siempre algo por ti para obtener lo que quiere.
Así ese valor que tiene para tu perro jugar en el parque con otros perros, lo trasladas a la comida que llega de tu mano, cerca de ti y anterior a ese momento divertido con otros perros.
Tengo un programa para trabajar estos fundamentos con tu perro.
Funciona solo si lo aplicas.
Si te ha gustado esta publicación, te gustará también estar en mi lista. Envío un email diario con consejos e ideas para que mejores la convivencia con tu perro.
Si quieres, te puedes apuntar ahora mismo desde el cajetín de suscripción de abajo. Cuando quieras borrarte, lo haces gratis en un clic.
