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Muy buenos días. Por aquí Fer, estamos a jueves 23 de septiembre del 2021 y te doy la bienvenida a este nuevo episodio del podcast Pregúntale a tu perro. Hoy vamos a dar ayuda para el perro que ladra desde la ventana, lucha detrás de la valla o muestra reactividad con la correa. Vamos a intentar entender esa barrera tan frustrante a la que tiene que enfrentarse tu perro y qué juegos puedes hacer que te ayudarán a superarla.
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Y ahora sí, vamos a darle caña al episodio.

GUIÓN EL PERRO QUE LADRA DESDE LA VENTANA
Imagina que tu perro está descansando dentro de su transportín, y otro perro se acerca a la puerta para olfatear.
O que vas paseando tranquilamente con tu perro y el del vecino empieza a ladrar y correr de un lado a otro desde detrás de la valla.
Bienvenido a la barrera de la frustración.
El segundo ejemplo es el más típico, el que más sucede en la vida real. Ver un perro como loco detrás de la valla mientras otro está del otro lado.
Bien.
- Tu perro está expresando emociones. Tu responsabilidad es mantenerlo seguro y confortable.
- No puedes ignorar las emociones de tu perro.
- Cuando tu perro sale a la calle y empieza a ver estímulos, su mente dice:
- «Vaya, parece que ese perro me asusta un poco».
- «Vaya, nunca he visto un perro de ese color».
Entonces él puede sentir miedo, mostrarse curioso o incluso excitado por conocer a ese otro perro.
- Si tu perro no puede olfatear o no puede llegar a eso que tanto le interesa, se frustra y expresa su frustración.
- La expresa vocalizando.
Y en muchísimas ocasiones el perro es corregido por eso.
Si volvemos al segundo ejemplo de antes, el perro ladrando y corriendo detrás de la vaya, su arousal empieza a subir y a subir.
Y cuando el arousal de un perro sube, podríamos estar cerca de la línea roja enseguida. Ese perro que ya no sabe lo que hace.
- Si tu perro repite y repite malos comportamientos, pues será un experto realizando malos comportamientos.
Puede ser un perro muy amigable en otras situaciones, pero si su nivel de activación sube y en esos momentos entrena y repite el ladrido, actuará como un perro agresivo y con ansiedad cada vez que tenga la oportunidad.
- Si convives con varios perros y uno se pone a ladrar detrás de la vaya, es normal ver agresiones redirigidas hacia el perro con el que convive cuando otro perro pasa por fuera.
Por eso es vital que elimines estos ensayos y repeticiones de malos comportamientos de tu perro.
- Lo primero será procurar que ese comportamiento nunca suceda.
Y después quieres cambiar la respuesta emocional hacia ese desencadenante.
Para todo eso el mayor consejo que puedo darte pasa por cambiar el ambiente.
- Cambiar las horas de paseo a cuando no haya tantos perros fuera. Lo que pasa es que esto no va a cambiar el cómo ve los detonantes en su mente. No cambia su respuesta emocional.
- Por eso tienes que saber cuándo tus vecinos van a pasar con sus perros por delante de tu casa.
Como ves, atacar al ambiente para que tu perro no repita y entrene los malos comportamientos requiere un esfuerzo enorme.
Pero tienes que hacerlo mientras entrenas una nueva respuesta en tu perro hacia esos detonantes.
- La mejor respuesta siempre será focalizarse en ti cuando un detonante aparezca.
Porque quieres crear un comportamiento alternativo al ladrido en tu perro.
Consejo:
- Empezamos con tu perro de la correa y el desencadenante bastante lejos, donde tu perro lo vea pero no se active demasiado. Cuando el desencadenante aparezca y empiece a moverse, tú te paras con tu perro. Estás a una distancia suficiente del desencadenante, por eso cuando te paras, tu perro «se sorprende» y también se para para mirarte. Lo ideal ahí sería hacer un click o decir «muy bien» y luego darle un premio a tu perro.
- Quieres que tu perro se oriente a ti cuando un desencadenante está cerca. Y así poder reforzar eso.
- Esto mismo puedes hacerlo con tu perro detrás de la ventana o detrás de la valla. Marcar y premiar por mirarte.
Para perros con un historial de refuerzo negativo muy fuerte. Esos que han ensayado mucho el error, tengo un juego.
Tienes que empezar por mi programa juegos de transportín.
Ahí dentro hay una lección que consiste en liberar al perro de dentro con una palabra para que salga. Yo utilizo «vale».
Entonces esa parte del programa sería genial para empezar a jugar y conectar con tu perro.
Luego vas al jardín y empiezas a jugar con tu perro:
- Colocas algunas esterillas o camas si tienes ahí por el jardín. Vas andando con tu perro, y cuando él se suba a una, le das un premio de alto valor. Luego lo liberas con «vale» y le das un premio de bajo valor. Fíjate que así él elegirá antes subirse a la cama para obtener un premio de alto valor.
En mi programa soy perro hablo también de todo este tema de las zonas calientes.
Vale. El siguiente paso será equilibrar un poco el valor por estar en la cama y por salir de ella. Por eso haces unas cuantas repeticiones dando premio de alto valor cuando liberes a tu perro y bajo valor cuando se suba a la cama. Pronto conseguirás que tu perro hagas ambas cosas con el mismo entusiasmo.
Pues ahora ya puedes llevar ese comportamiento al momento que aparecen o tu perro oye desencadenantes fuera de tu casa.
- Invéntate una palabra para cuando pongas la mano en la manilla de la puerta porque vas a salir a pasear con tu perro. Una que él no haya escuchado nunca. Por ejemplo: «stein». Entonces, pones la mano en la manilla, dices «stein» y esperas. Es muy probable que tu perro te ofrezca un sentado porque ya has entrenado antes el tema de las zonas calientes. Cuando lo haga, lo premias, abres la puerta y lo liberas con «vale». Pones la correa y no te mueves aunque él intente salir. Ahí él volverá atrás y lo que vas hacer será decir «¡super premio!» y lanzar varios refuerzos al suelo.
Este super premio solo llega cuando dices eso, «¡super premio!». Si solo dices «muy bien» o haces un click, das un premio únicamente.
OK. Pues ahora vas a jugar a este juego en todos los puntos de salida o que tengas que cruzar puertas con tu perro en casa.
Vas a cambiar el desencadenante para tu perro cuando una puerta se abre. Es decir, abrir la puerta ahora significa algo diferente a salir disparado para tu perro.
Todo esto te lo he contado para que ahora entiendas mejor cómo funciona estos de los desencadenantes en la mente de tu perro y cómo puedes cambiar su respuesta a ellos.
Para que lo hagas con desencadenantes negativos que provocan una respuesta emocional en tu perro.
De esto de la respuesta emocional condicionada (REC), hablo también en mi programa reactividad canina.
- Estás fuera con tu perro (o detrás de la ventana dentro de tu piso), inicialmente sin desencadenantes fuera, dices «stein», liberas a tu perro cuando él se siente, dices «¡super premio!» para que él se oriente hacia ti y lanzas unos cuantos premios al suelo.
Haz todo esto primero fuera con tu perro de la correa, y poco a poco lo sueltas cuando notes que funciona.
Como te dije, toda esta mecánica practícala inicialmente sin otros perros alrededor que hagan ladrar el tuyo, hasta que llegue el día en el que aparece ese desencadenante que hacía ladrar a tu perro, esperas a que él mágicamente se oriente hacia ti, dices «¡super premio!» y lanzas varios por el suelo.
- El objetivo será que, cuando tu perro vea a otro perro, se focalice u oriente hacia ti.
Vale Fer, y ¿qué pasa si yo no puedo estar siempre con mi perro cuando él está fuera o se queda solo en casa detrás de la ventana?
Pues aquí volvemos al tema de la gestión del ambiente que te hablé al inicio: no deberías dejar que tu perro se quedara solo todo el día en el jardín. Demasiadas oportunidades para el fallo. Si él está fuera, deberías estar siempre con él.
El exterior debería ser para entrenar con tu perro, que él haga sus necesidades, etc… Pero tú siempre con él. Una vez entras en casa, tus perros entran dentro contigo.
Bueno. O un escenario similar según sea tu modo de vida, pero saca tus propias conclusiones.
Tu perro está fuera para hacer algo en concreto contigo, no para reaccionar a todo lo que se mueva del otro lado. Solo así podrás cambiar su respuesta emocional. Sólo así podrás enseñarle a que se focalice en ti. Solo así podrás ser más importante que las distracciones.
Muy bien, pues hasta aquí el episodio de hoy. Si todo esto resuena contigo, tienes mi lista para suscribirte a los mails diarios desde el cajetín al final de esta página.
Que pases un buen día junto a tu perro y nos escuchamos en el próximo.