Por motivos que no vienen al caso, hoy me levanté pronto y aprendí cosas.
Es lo que tiene levantarse pronto. Aprendes.
Me gusta robarle horas al sueño.
Bueno.
Te cuento lo que aprendí que igual te interesa aprenderlo a ti también.
Mira estas frases:
No se deben exigir grandes resultados al inicio.
El lenguaje del profesor debe estar al nivel del alumno.
Se debe favorecer el éxito sin crear inseguridad.
No debe imponerse como un deber, debemos despertar motivación.
Pongamos que tú eres el profesor y tu perro el alumno, ¿vale?
Esas frases están relacionadas con un tema sobre la memoria que ahora no nos interesa.
Sigo.
Lo que sí debería interesarte es que las emociones del perro funcionan bastante parecidas a las del humano.
El aprendizaje también.
Pues entonces la forma de trabajar con ese aprendizaje y con esas emociones tiene que ser una forma científica, no de andar por casa.
Lo de andar por casa es todo eso que encontrarás por Youtube: castigar las cosas malas para que el perro no las repita y premiar las buenas para que las repita.
Simplista es eso, de andar por casa.
A ver. Que en Youtube seguro que también hay cosas buenas, pero ya me entiendes.
Tienes que ir un paso más allá.
– No esperes maravillas de tu perro cuando empieces a entrenar una nueva habilidad. Si esa habilidad la trasladas a un nuevo ambiente, es como empezar de nuevo desde el principio.
– Debes pedirle a tu perro solo lo que está preparado para darte. No es lo mismo para él sentarse en el salón que sentarse en el Parque del Retiro.
– Procura siempre que tu perro acierte, busca su acierto y no su fallo. El pedirle algo y que él falle, crea inseguridad en ti, en él y en vuestra relación.
– No eres Putin para hacer lo que tú quieras e invadir Ucrania cuando te salga de ahí. Tu perro tiene derecho a fallar y a no atender a obligaciones si no está motivado.
Las primeras frases están escritas dentro de un contexto educativo universitario.
Las segundas dentro de un contexto canino.
Su fondo es el mismo.
Mi consejo no solicitado de hoy es que no simplifiques tanto la educación de tu perro.
Ojo. No simplificar no significa complicar. No.
Me refiero a que igual el funcionamiento de tu perro no es como te lo han contado, como ves o como te lo quieren hacer ver. Tú ya me entiendes.
Por cierto, por si te sonó extraño.
Sí, tu perro tiene emociones. No hace falta que nos lo venga a decir una ley.
Muchas de sus respuestas son emocionales, como la de ladrarle a otros perros o personas durante el paseo.
Lo que yo llamo reactividad y otros llamarán perro dominante al que hay que dominar para que no domine.
En fin. Si quieres cambiar esa respuesta emocional sin dominar a nadie, aquí: