Uf. Hoy voy fatal de tiempo, peor que nunca.
Así que haré solo dos cosas rápidas.
Una es buena para ti y otra es buena para mí.
Bueno. Yo creo que las dos son buenas para ti, juzga por ti mismo.
Primera cosa:
El feedback positivo para tu perro.
Es una costumbre que te aconsejo tener.
Cultiva el feedback positivo para tu perro.
¿Por qué Fer? ¿Por qué tengo que hacerte caso?
A ver, no tienes que hacerme caso, yo solo te doy consejos que puedes llevar a la práctica con tu perro o no, tú decides.
Pero el feedback positivo hace que tu perro aprenda mejor y de manera muy entusiasta.
Esto del feedback positivo significa reforzar a tu perro por los comportamientos que te gustan en vez de los que no te gustan.
Es como ir llenando tu hucha de buenos comportamientos.
Puedes reforzar con juego, comida, tocando a tu perro, con una frase o con una simple palabra.
Lo que yo más utilizo son las palabras porque no siempre llevo premios encima: yes, good, moi ben, eeeso! … Depende de cómo me pille.
Lo bueno de esto es que es muy sencillo de aplicar e irás construyendo patrones de refuerzo con la práctica.
También entrenar comportamientos alternativos a los que no te gustan.
Mira.
Tu perro va con correa, mira a un gato pero no hace ademán de salir disparado a por él sino que se queda mirándolo o incluso te mira a ti: dile ¡eso! (o premio).
Tu perro ve desde la ventana a ese repartidor que siempre ladra pero esta vez se queda callado: dile ¡eso! (o premio).
Tu perro espera al otro lado de la puerta de la cocina en vez de meter su hocico por la encimera mientas cocinas: dile ¡eso! (o premio).
Etc…
Refuerzas, creas, feedbaqueas y construyes.
Solo tienes que estar atento a esos momentos en los que puedes decir ¡eso!
Encuéntralos ahí fuera. Alguien los puso ahí para ti.
Segunda cosa:
Mi programa para la reactividad.
Esta cosa te dije que era buena para mí por si la compras, claro.
Pero creo que si lo haces también será buena para ti y sobre todo para tu perro.
Fíjate, tres veces bueno.
Para mí, para ti y para tu perro.
Increíble.