Consejos para un perro miedoso que podrían ser de pago pero que te regalo

Mira una cosa.

El sábado estuve con un amigo y su perra con miedo para darle unos consejos.

Fueron más de dos horas por las que no le cobré ni un euro.

Bueno. Ya sabes que gratis, pocas cosas. Así que de una forma u otra seguro que le cobré, pero eso ya no importa aquí.

El caso es que a ti tampoco te voy a cobrar por esto que te voy a contar.

Y si tienes un perro con mucho miedo, es seguro que te interesa.

 

Bien.

La perra de este amigo se llama Runa y su historia conmueve.

Hasta que cumplió un año sobrevivió hacinada en una casa ocupa con otros 70 perros.

El hombre que los «cuidaba» no estaba bien de salud, sin ingresos, viviendo en situación precaria… En fin, fue una historia bastante conocida aquí en Lugo.

Tenía camadas constantemente, perros enfermos, sin vacunar, con sarna…

Bueno.

Pues Runa es uno de esos perros que estaba ahí, junto con muchos otros.

Te cuento esto para que sepas de dónde venimos y a dónde vamos.

Si sabes algo de perros, te imaginarás lo complejo de la situación.

Que un perro pase la parte más importante de su vida en ese ambiente no es lo mejor, la verdad.

 

A Runa se la llevó la protectora y ahí pasó otros cuantos meses hasta que la adoptaron.

Pero a los veinte días, la devolvieron.

Maravilloso.

Otros tantos meses en la prote de nuevo.

Al final, apareció este amigo mío y su novia para que por fin Runa vea luz al final del túnel.

Pero claro, Runa le tiene miedo a todo: personas, ruidos, autobuses, contenedores…

Prefiere quedarse en casa antes que salir.

No hace sus necesidades fuera.

Se congela y se pone dura como una piedra cuando la tocan.

 

Estos casos son muy complicados.

Complicados y delicados.

Pero el sábado volví contento a casa porque vi a Runa jugar con otros perros.

Se acercó a mí.

Cogió comida de mi mano.

Mostró interés.

Una campeona.

Conseguir hacer todo lo que hizo después de todo lo que pasó tiene mucho mérito.

También volví contento porque sé que ahora está en buenas manos.

A esas manos de mi amigo y su novia les di algunos consejos para que sigan avanzando.

Esos consejos fueron:

 

– Empatizar con el perro que tiene miedo. Eso es lo primero. Ponerse en su piel.

– Apuntar en un papel todo eso a lo que el perro le tiene miedo. Todo. Cuanto más detallado, mejor. No es lo mismo un autobús que un autobús rojo y de dos plantas.

– Procurar que el perro pase por las mínimas situaciones de miedo durante el día. Al mismo tiempo, buscar situaciones agradables y que le generen felicidad.

– Buscar y encontrar cosas que le gusten al perro. Sobre todo, comida.

– Ahora, entrenamos. Para eso lo que provoca miedo tiene que estar, pero a muy baja intensidad. Aparece eso que provoca miedo y al mismo tiempo le llega al perro una cosa que le gusta y que ya has encontrado en el paso anterior.

– El perro nunca puede sentir miedo en este proceso. Si se hace bien, lo que para él ahora es un fantasma que provoca miedo, con el tiempo será algo que hace que cuando aparece lleguen cosas buenas.

– Poco a poco se sube la intensidad de lo que provoca miedo y se generaliza en muchos ambientes. No sirve que el perro vea un autobús siempre en la misma calle y a la misma hora, tiene que ver muchos autobuses en muchos sitios.

 

A ver.

No simplifiques esto.

Es decir. El procedimiento será más largo y surgirán complicaciones porque está lleno de detalles.

Esto es un mail de valor pero no es un curso ni una mentoría personalizada, claro.

 

Le di algún consejo más a mi amigo.

Como que tenga una visión holística del problema: que un perro con miedo esté mejor, no sirve solo con tratar el miedo. Hay que procurar que él esté cómodo en casa, sondear si cambiando la alimentación o medicando ayudaría, buscar juegos y actividades que fomenten el que el perro resuelva pequeños retos, como la propiocepción, y una cosa más.

La última.

Una que sorprendió mucho cuando la dije y que igual te sorprende a ti también.

Utilizar un transportín.

No meter a Runa en un transportín y encerrarla ahí.

No. Dije utilizar un transportín.

Son cosas diferentes.

Entre tantos beneficios que tiene el transportín, ayudar con el miedo también está ahí.

Incluir un transportín en la convivencia con tu perro miedoso es algo que te recomiendo.

Luego harás lo que quieras, pero yo te lo recomiendo.

Todo lo que te acabo de contar en este mail y el transportín.

Esas dos cosas te recomiendo.

 

Si quieres subir de nivel la convivencia junto a tu perro miedoso o no miedoso, invierte en un transportín.

Bueno. En un transportín y en mi programa juegos de transportín que está aquí:

Programa juegos de transportín

FER educador canino

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