Así educan a sus perros los ingleses

Bueno. Hoy voy a enviarte un mail diferente.

No voy a hablarte de ninguno de mis programas o de mi contenido en el blog.

Voy a recomendarte que leas un artículo con calma.

 

Ok. En muchos de mis emails me escucharás hablar de ciencia y de refuerzo.

Sabes que mis métodos de entrenamiento canino se basan en el refuerzo positivo.

Y que el predicar este método más y más parece no ser suficiente, por desgracia.

Así que mi deber es seguir insistiendo.

Insistir con datos, con estudios y con pruebas.

Bien. Pues unos investigadores allá por el año 2004 se acercaron a 7 lugares populares de Inglaterra donde la gente solía pasear con sus perros.

A esas personas se les pedía que completaran un cuestionario sobre cómo habían entrenado a sus perros en las habilidades básicas.

También cómo reaccionaban en casa a los problemas más comunes de la convivencia.

Luego se les dio una lista con los 13 comportamientos más problemáticos y se les pidió que contaran si su perro mostraba alguno de ellos: ladrar a otros perros o personas, miedo, ansiedad…

Todas esas personas habían tenido al menos dos perros antes, así que tenían «experiencia».

 

Vale. Los métodos utilizados eran 3: basado en el castigo, basado en el refuerzo, una mezcla.

Un ejemplo de cada uno:

  • Castigo: gritar, golpear la nariz, desplazar al perro o tirar de la correa.
  • Refuerzo: utilizar comida, elogios u otros premios.
  • Mezcla: presión para obligar al perro a sentarse y luego darle un premio.

Ahora fíjate en los resultados tan simples del estudio:

Las personas que usaron el castigo o la mezcla, tenían más probabilidades de convivir con perros que mostraban comportamientos problemáticos.

Los perros entrenados solo con refuerzo positivo, sacaron notas muchísimo más altas en obediencia (sentarse, acudir a la llamada, quedarse quieto…).

Lo interesante del estudio es el no ser un estudio estanco de laboratorio, sino que se centra en gente corriente con perro que lidia con problemas reales y cotidianos.

Gente de parque vamos.

 

Elly Hiby y Nicola J. Rooney, las autoras del estudio, concluyen que:

«Debido a que los métodos basados en recompensas están asociados con niveles más altos de obediencia y menos comportamientos problemáticos, sugerimos que su uso es una alternativa más efectiva y compatible con el bienestar que el castigo para el dueño promedio de un perro».

Es decir. Usar solo métodos de entrenamiento basados en el refuerzo positivo funciona mejor.

Punto.

Por eso mi consejo no solicitado de hoy es que te tomes muy en serio la elección de un educador canino. No todo vale.

Punto.

Así que como creo que sigue siendo necesario…

Hoy recomiendo este artículo:

Dog training methods: Their use, effectiveness and interaction with behaviour and welfare

Fer.

 

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FER educador canino

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